Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra. (Efésios 1:9-10)
“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo." (Mateo 6:9-10)
El gobierno (Sanedrín) tenía autoridad en todas las cosas - las cosas espirituales y las cosas comunes porque Israel era el pueblo de Dios.
No era posible separar las dos cosas
A los Romanos, no importaron mucho cual Dios/Dioses se sirvieron, siempre que la gente sirvió a sus dioses también.
Los Dios romanos eran parte de su indentidad y filosofía.
“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo." (Mateo 6:9-10)
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18)
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. (Efésios 6:12)
¿Dónde podemos buscar lo mejor ejemplo de un soldado que usó La Armadura de Dios en la Biblia?
Castellano | Griego | Transliteración |
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Alfa | αλφα | alfa |
Omega | ω | omega |
Primero | πρωτος | prōtos |
Último | εσχατος | eschatos |
Principio | αρχη | archē |
Fin | τελος | telos |
Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir (1 Cor 15:22)
Te aseguro que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
―Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado
Por fin lo encontraron y le dijeron: ―Todo el mundo te busca. Jesús respondió: ―Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde también pueda predicar; para esto he venido.
Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro. Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.
Luego comenzó a enseñarles:
―El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Es necesario que lo maten y que a los tres días resucite.
Entonces Jesús exclamó con fuerza: ―¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró.
―No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo”. Temblorosas y desconcertadas, las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana (Romanos 8:3 NVI)
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne (Romanos 8:3 RVR 1960)
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14 NVI)
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14 RVR 1960)
Aquí en las tentaciones de Cristo, tuvo que usar especialmente La Espada pero también, toda la Armadura de Dios.
¿Qué armas podemos identificar aquí?
Aquí en las tentaciones de Cristo, tuvo que usar toda la Armadura de Dios. Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso:
―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
Jesús le respondió:
―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo:
―Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está:
»“Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna”».
―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.
De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
―Todo esto te daré si te postras y me adoras.
―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle. (Mateo 4:1-11)